Terapia con sangre autóloga

Terapia con sangre autóloga en el veterinario

La terapia con sangre autóloga es un método de tratamiento médico alternativo que está adquiriendo cada vez más importancia en la medicina veterinaria. Se extrae una pequeña cantidad de sangre del animal y se la vuelve a inyectar mediante procedimientos de preparación especiales. La terapia está destinada a fortalecer el sistema inmunológico y apoyar los procesos de curación. Este artículo examina los diversos aspectos de la terapia con sangre autóloga en el veterinario.

Las primeras referencias al uso de sangre animal y humana para una amplia variedad de enfermedades se pueden encontrar en una farmacopea china ya en el siglo III a.C.

En el mundo occidental hubo que esperar hasta el siglo XIX para que la gente se diera cuenta de que poderes inimaginables yacen latentes en la sangre. Se produjeron los primeros intentos vacilantes de administrar su propia sangre. No fue hasta la década de 1930 que se publicaron los primeros artículos científicos que explicaban el mecanismo de acción de una inyección de sangre autóloga.

La inyección de sangre autóloga provoca un cambio en la situación reactiva del organismo, lo que se refleja en un aumento del número de cuerpos inmunes en la sangre.
Esto conduce a un aumento de la resistencia de todo el organismo y a un aumento del nivel general de defensa, lo que influye positivamente en la capacidad de curación. Para muchas enfermedades, administrar su propia sangre es beneficioso y permite al paciente afrontar mucho mejor su enfermedad. La medicación necesaria a largo plazo a menudo se puede reducir significativamente, evitando así efectos secundarios para el paciente.

Apenas existen contraindicaciones para la terapia con sangre autóloga (ver más abajo).

Conceptos básicos de la terapia con sangre autóloga

La terapia con sangre autóloga es una forma de terapia de regulación biológica que se basa en el supuesto de que se estimula al organismo para que se cure a sí mismo devolviendo su propia sangre al cuerpo. El tratamiento tiene como objetivo fortalecer el sistema inmunológico , reducir la inflamación y activar los poderes de autocuración del cuerpo.

Áreas de aplicación

La terapia con sangre autóloga se utiliza en medicina veterinaria para una variedad de enfermedades y dolencias. Estos incluyen, entre otros:

  • Alergias : para los animales con alergias, la terapia con sangre autóloga puede ayudar a regular el sistema inmunológico y reducir las reacciones alérgicas.
  • Enfermedades de la piel : Para problemas de la piel como eczema, picazón o inflamación, la terapia puede conducir al alivio de los síntomas.
  • Enfermedades del sistema musculoesquelético : En caso de artrosis, inflamación de las articulaciones o lesiones de los tendones, la terapia con sangre autóloga puede favorecer el proceso de curación.
  • Enfermedades crónicas : Para enfermedades crónicas como insuficiencia renal, hepática o problemas respiratorios, el tratamiento puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los animales.

Curso de tratamiento

La terapia con sangre autóloga suele realizarse de forma ambulatoria en el veterinario. En primer lugar, se extrae del animal una pequeña cantidad de sangre, normalmente entre 1 y 5 ml. Luego, la sangre se prepara mediante procedimientos especiales. Estos incluyen, entre otras cosas, la activación de la sangre mediante luz ultravioleta u oxígeno, la potenciación mediante trituración o agitación, o la homeopatización mediante la adición de medicamentos homeopáticos.

Después del procesamiento, la sangre se inyecta directamente en el torrente sanguíneo del animal, en los músculos o debajo de la piel. El tratamiento se puede repetir varias veces dependiendo de la enfermedad y del estado individual del animal.

Ventajas de la terapia con sangre autóloga

La terapia con sangre autóloga ofrece varias ventajas sobre otros métodos de tratamiento:

  • Efectos secundarios mínimos : Dado que se utiliza la sangre del propio animal, las reacciones alérgicas o de rechazo son casi imposibles. Se considera que la terapia es bien tolerada y tiene pocos efectos secundarios.
  • Autocuración natural : la terapia con sangre autóloga se basa en activar los poderes de autocuración del propio cuerpo y fortalece el sistema inmunológico de forma natural.
  • Sin resistencia : a diferencia de los antibióticos u otros medicamentos, no existe riesgo de que se desarrolle resistencia con la terapia con sangre autóloga.
  • Tratamiento individual : La terapia se puede adaptar a las necesidades individuales del animal, por ejemplo añadiendo medicamentos homeopáticos adicionales.

Posibles riesgos y complicaciones.

Aunque la terapia con sangre autóloga se considera bien tolerada y tiene pocos efectos secundarios, aún pueden ocurrir riesgos y complicaciones. Éstas incluyen:

  • Infecciones : Si la terapia se realiza de forma inadecuada, pueden producirse infecciones en el lugar de la inyección o en el cuerpo del animal.
  • Moretones : después de inyectar la sangre, pueden aparecer hematomas o hinchazón alrededor del lugar de la inyección.
  • Dolor : Algunos animales pueden experimentar dolor o malestar durante o después del tratamiento.
  • Falta de eficacia : En algunos animales, la terapia con sangre autóloga puede no tener un efecto suficiente. En tales casos, se debe considerar un método de tratamiento alternativo.

Conclusión

La terapia con sangre autóloga es un método de tratamiento alternativo prometedor en medicina veterinaria cuyo objetivo es fortalecer el sistema inmunológico y activar los poderes de autocuración del cuerpo. Al utilizar la sangre del propio animal, la terapia generalmente es bien tolerada y tiene pocos efectos secundarios. Los campos de aplicación son diversos y van desde alergias hasta enfermedades de la piel y enfermedades crónicas.

Sin embargo, la terapia sólo debe ser realizada por veterinarios experimentados, como nuestro Dr. Krause para minimizar posibles riesgos y complicaciones. Además, la terapia con sangre autóloga debe considerarse parte de un concepto de tratamiento holístico y, si es necesario, complementarse con otros enfoques terapéuticos.

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