Hernia diafragmática peritoneopericárdica en gatos: una guía completa

introducción

Esta semana tuvimos un caso interesante: Emma iba a ser castrada y durante el examen preliminar esta complicación resultó ser que tenía una hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH).

La hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) es una malformación rara en gatos en la que existe una conexión abierta entre la membrana pleuroperitoneal y el pericardio. Esta anomalía hace que los órganos sobresalgan de la cavidad abdominal hacia el pericardio. A continuación explicaremos con más detalle la etiología, patogénesis, signos clínicos, diagnóstico y terapia de esta enfermedad.

Para el profano, una hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) es una malformación rara en gatos en la que hay una abertura entre las cavidades abdominal y torácica. Esto puede hacer que los órganos del abdomen ingresen al pericardio, lo que puede provocar problemas con la función cardíaca. La mayoría de los gatos afectados no muestran síntomas, mientras que otros pueden tener dificultad para respirar o dolor. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen y en algunos casos es necesario tratamiento quirúrgico.

La hernia diafragmática peritoneopericárdica (DHPP) afecta más comúnmente a los gatos de pelo largo, particularmente a los gatos persas y a los gatos Maine Coon. Sin embargo, es importante señalar que esta condición también puede ocurrir en otras razas de gatos, aunque con menos frecuencia.

etiología

Aunque se desconoce la causa exacta de la PPDH, se cree que es una malformación espontánea sin antecedentes familiares. Esta enfermedad afecta principalmente a gatos de pelo largo como los persas y maine coons, aunque no se conocen predisposiciones de género.

Patogénesis

En la PPDH, se produce una conexión abierta entre la membrana pleuroperitoneal y el pericardio, lo que permite que los órganos sobresalgan de la cavidad abdominal hacia el pericardio. Esto puede causar compresión del corazón y posible deterioro de la función cardíaca.

Signos clínicos

En la mayoría de los casos se trata de un hallazgo incidental, ya que los animales afectados suelen ser asintomáticos. Sin embargo, algunos gatos pueden presentar signos clínicos inespecíficos como taquipnea (respiración rápida), disnea (dificultad para respirar) y dolor. A diferencia de los perros, los gatos rara vez experimentan síntomas gastrointestinales.

Diagnóstico

El diagnóstico de PPDH generalmente se puede realizar mediante una combinación de auscultación, radiografía y ecocardiografía. La auscultación puede revelar ruidos cardíacos debilitados y posiblemente borborigmas (soplos intestinales) si las asas intestinales han prolapsado hacia el pericardio. Una radiografía de tórax suele mostrar una silueta cardíaca agrandada. Un examen más detallado mediante ecocardiografía puede confirmar el diagnóstico, ya que los órganos del pericardio se pueden identificar fácilmente.

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Tratamiento de la hernia diafragmática peritoneopericárdica.

Si los síntomas son clínicamente evidentes o la función cardíaca está alterada, se debe considerar la intervención quirúrgica. Los pacientes asintomáticos no necesariamente necesitan cirugía, pero sí se deben realizar controles ecográficos periódicos para detectar posibles complicaciones en una fase temprana.

Procedimiento quirúrgico de hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH)

El procedimiento quirúrgico para una hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) tiene como objetivo reubicar los órganos prolapsados ​​nuevamente en la cavidad abdominal y cerrar la conexión abierta entre la membrana pleuroperitoneal y el pericardio. El procedimiento quirúrgico se explica en varios pasos a continuación.

Preparación para la hernia diafragmática peritoneopericárdica

Antes del procedimiento, el gato se somete a un examen y diagnóstico exhaustivos para determinar la ubicación exacta y el alcance de la hernia. El gato se mantiene en ayunas para reducir el riesgo de aspiración durante la anestesia. Es importante controlar cuidadosamente la función cardíaca y el estado general del gato antes de inducir la anestesia.

Anestesia y posicionamiento.

El gato se coloca bajo anestesia general para prevenir el dolor durante el procedimiento y asegurar una relajación muscular adecuada. La posición del gato en la mesa de operaciones depende de la ubicación exacta de la hernia. El gato suele colocarse boca arriba para permitir un acceso óptimo al pecho y a la cavidad abdominal.

Abordaje quirúrgico de la hernia diafragmática peritoneopericárdica

El acceso al sitio quirúrgico se realiza a través de una incisión abdominal mediana (laparotomía) o mediante una toracotomía, según la ubicación de la hernia y la preferencia del cirujano. Una laparotomía implica hacer una incisión longitudinal a lo largo de la línea media del abdomen, mientras que una toracotomía utiliza un abordaje lateral al tórax.

Reposicionamiento de los órganos

Una vez expuesta el área quirúrgica, los órganos prolapsados ​​se examinan cuidadosamente para garantizar que no haya lesiones ni problemas circulatorios. Luego, los órganos se devuelven con cuidado a la cavidad abdominal. En algunos casos es necesario liberar adherencias o adherencias para devolver los órganos a la posición correcta.

Hernia diafragmática peritoneopericárdica
Hernia diafragmática peritoneopericárdica en gatos 5

Cierre de la hernia

Una vez reducidos los órganos, se cierra la conexión abierta entre la membrana pleuroperitoneal y el pericardio. Esto se puede hacer mediante sutura directa del defecto, uso de malla sintética o envolturaplastia muscular, según el tamaño de la hernia y la preferencia del cirujano. Los materiales de sutura deben ser no absorbibles para asegurar la estabilización a largo plazo de las estructuras reparadas.

Finalización de la operación.

Una vez cerrada la hernia, se cierran las paredes abdominal o torácica por capas, prestando especial atención a la cuidadosa adaptación de las diferentes capas de tejido. La piel se cierra con una sutura estéticamente agradable. Después del procedimiento, se aplicará un vendaje para ayudar a que la herida sane y prevenir infecciones.

Cuidados posoperatorios y cuidados posteriores a la hernia diafragmática peritoneopericárdica

Después de la cirugía, se despertará al gato en una habitación cálida y tranquila para minimizar el estrés y promover una rápida recuperación de la anestesia. Se controlan estrechamente la función cardíaca y respiratoria, la temperatura corporal y el estado general del gato para identificar posibles complicaciones en una fase temprana.

El manejo del dolor es una parte esencial de la atención postoperatoria. Los analgésicos se administran según las necesidades individuales del gato y la intensidad del dolor para reducir el dolor y promover el proceso de curación.

Se puede prescribir terapia con antibióticos si es necesario para prevenir o tratar infecciones. Es importante que el dueño del gato administre el medicamento de acuerdo con las instrucciones del veterinario y controle posibles signos de complicaciones.

Los puntos o grapas generalmente se retiran entre 10 y 14 días después de la cirugía, siempre que la herida haya cicatrizado bien. Son necesarias visitas periódicas de seguimiento al veterinario para controlar el proceso de curación y evaluar la función cardíaca del gato. En algunos casos, puede ser necesario un seguimiento a largo plazo con ecografías del corazón para garantizar que no haya recurrencias ni complicaciones.

Posibles complicaciones de la hernia diafragmática peritoneopericárdica

Como ocurre con cualquier procedimiento quirúrgico, existe cierto riesgo de complicaciones al tratar una hernia diafragmática peritoneopericárdica. Estos incluyen sangrado, infección, dehiscencia de la sutura (apertura de la sutura) y lesión de órganos o estructuras cercanas durante el procedimiento. En casos raros, la hernia puede reaparecer, especialmente si la sutura de cierre no es lo suficientemente estable.

Para minimizar el riesgo de complicaciones, es importante que la operación la realice un cirujano animal (en nuestro caso, la Sra. Arndt & Martins) y que el gato reciba cuidados posoperatorios y cuidados posteriores.

Pronóstico de la hernia diafragmática peritoneopericárdica

El pronóstico para gatos con hernias hemodinámicamente irrelevantes o después de una intervención quirúrgica exitosa se considera muy bueno. Sin embargo, se debe garantizar un seguimiento regular para identificar y tratar posibles complicaciones posteriores en una fase temprana.

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Foto: Emma poco después de la operación.

Prevención y factores de riesgo de la hernia diafragmática peritoneopericárdica

Dado que se desconoce la causa exacta de la PPDH, actualmente no existen medidas de prevención específicas. Sin embargo, los criadores y dueños de gatos deben prestar mucha atención a los posibles signos de esta enfermedad, especialmente en gatos de pelo largo, que corren un mayor riesgo. Los exámenes veterinarios periódicos son esenciales para detectar cualquier malformación en una fase temprana y tomar las medidas adecuadas.

Preguntas frecuentes (FAQ) sobre la hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) en gatos

¿Cuáles son los síntomas de la hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) en gatos?

Muchos gatos con PPDH no muestran síntomas y la enfermedad se descubre de manera incidental.
En los gatos que presentan síntomas, pueden ser inespecíficos, como: para respirar (disnea)
Respiración rápida (taquipnea)
Dolor torácico o abdominal
Disminución de la actividad o letargo
Síntomas gastrointestinales (raro)

¿Cómo se realiza el diagnóstico de hernia diafragmática peritoneopericárdica?

El diagnóstico de PPDH en gatos se realiza mediante una combinación de examen clínico, auscultación, radiografías y ecocardiografía. Durante la auscultación, el veterinario puede notar ruidos cardíacos debilitados o incluso ruidos intestinales (borborigmas) en la zona del pecho. Las radiografías suelen mostrar una silueta cardíaca agrandada, mientras que la ecocardiografía visualiza directamente el prolapso de órganos en el pericardio y el defecto en la membrana pleuroperitoneal.

¿Es siempre necesario el tratamiento quirúrgico en gatos con PPDH?

La intervención quirúrgica está indicada si la enfermedad se acompaña de síntomas clínicamente manifiestos o si la función cardíaca está alterada. Los pacientes asintomáticos no necesariamente requieren cirugía. Sin embargo, conviene realizar controles ecográficos periódicos a estos gatos para detectar posibles cambios o complicaciones en una fase temprana.

¿Cuál es el pronóstico para los gatos con PPDH?

El pronóstico para los gatos con PPDH es generalmente muy bueno, especialmente si la hernia no causa síntomas clínicos o la función cardíaca no está alterada. Tras una intervención quirúrgica exitosa, el pronóstico también puede calificarse de bueno, siempre que no se produzcan complicaciones postoperatorias. Los exámenes de seguimiento periódicos y las ecografías son importantes para detectar y tratar posibles recurrencias o complicaciones a largo plazo en una etapa temprana.

Resumen hernia diafragmática peritoneopericárdica

La hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) es una malformación felina poco común que afecta principalmente a gatos de pelo largo. Es causada por una conexión abierta entre la membrana pleuroperitoneal y el pericardio y puede provocar una alteración de la función cardíaca. El diagnóstico suele realizarse mediante auscultación, radiografías y ecocardiografía. La terapia depende del estado clínico del gato y en algunos casos incluye intervención quirúrgica. El pronóstico es generalmente muy bueno, siempre que la enfermedad se reconozca y se trate a tiempo.

Bibliografía hernia diafragmática peritoneopericárdica

Investigación actual y desarrollos futuros.

Actualmente, la investigación sobre la hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) en gatos es limitada. Los estudios futuros podrían centrarse en identificar factores genéticos y ambientales que contribuyen al desarrollo de esta malformación. Además, sería importante investigar el pronóstico a largo plazo y las posibles complicaciones después de la intervención quirúrgica para optimizar el seguimiento de los animales afectados.

También es posible que los avances futuros en el diagnóstico y tratamiento de la PPDH permitan una detección aún más temprana y un tratamiento más eficaz de esta enfermedad. Los avances tecnológicos, como las técnicas de imagen mejoradas, podrían ayudar a que el diagnóstico sea más preciso, mientras que las técnicas y materiales quirúrgicos innovadores podrían ofrecer una opción terapéutica mínimamente invasiva y más segura.

Conclusión

La hernia diafragmática peritoneopericárdica (PPDH) es una malformación felina poco común que afecta principalmente a gatos de pelo largo. Aunque se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, las investigaciones actuales han aumentado nuestra comprensión sobre la patogénesis, el diagnóstico y la terapia. Mediante exámenes veterinarios periódicos, un diagnóstico precoz y una terapia adecuada, los animales afectados suelen poder llevar una vida normal y saludable. Los estudios futuros podrían ayudar a ampliar nuestro conocimiento sobre la etiología y el pronóstico a largo plazo de la PPDH y así mejorar aún más el cuidado de los animales afectados.

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